lunes, 16 de marzo de 2009

Un nostálgico paseo por la costa verde de la peninsula de Gower


El viernes no teníamos jornada de trabajo organizada sino excursión por la costa de la península de Gower. Ya faltaban algunos de los compañeros, como Piupa, que debía estar por Londres (disfrutando con tanta tienda y buenos precios como dicen que hay ahora).
El autobus era el mismo que la noche anterior pero había asientos vacios, sentíamos cierta nostalgia ante el inminente fin del viaje, y eso que el tiempo no se portó mal y nos regaló una dia sin lluvia y hasta con tímidos rayos de sol. El paisaje tambien contribuyó a crear una atsmófera intimista, romántica, daban ganas de quedarse en una de esas casitas (parecían “cottages” francesas), con su chimenea, la vista del mar desde el acantilado, un buen libro (o la imaginación a volar). Tras cruzar Mumbles, nos fuimos adentrando en unos paises de diferentes verdes, arboles imposibles, iglesias medievales rodeadas de cruces celtas, castillos en ruinas (400 dijo la guia que había en Gales), playas inmensas y acantilados de vértigo. Así llegamos a Rhosilli, donde es imposible no soñar con pasar allí unas vacaciones. Las vistas son cautivadoras, de las que es dificil sustraerse. Todo con una inmensa placidez. Y ya de vuelta, vimos de lejos la Arthur’s Stone, y algún intrépido conductor que estaba dispuesto a llegar a la piedra sin bajarse del coche.
En la despedida, en las escalinatas de la plaza central de la Universidad, los frios saludos estrechando las manos del primer dia se convirtieron en cálidos besos, uno, dos, y en abrazos, que testimoniaban el éxito de esta Open week de Swansea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario